A su vez reafirman los postulados del Grupo “Dejar en Paz al Campo” y las propuestas programáticas “Políticas de Estado para la Producción Agroindustrial” elaborada por los equipos técnicos de la Coalición Cívica.
Balcarce, General Arenales, O Brien, 25 de Mayo, Pehuajó, Carlos Tejedor, Cuenca, Saladillo, Bolivar, Piedritras, Daireaux, Guaminí, Chacabuco, 9 de Julio, Junín y todos los pueblos y ciudades que se encuentran en plan de lucha: Estamos con ustedes.
El gobierno, mientras ataca al campo desempolvando el fantasma de la oligarquía ganadera convalida, una vez más, ganancias extraordinarias a costa de los más débiles. Con su ofensiva contra la supuesta oligarquía el gobierno divide al país y pretende tapar sus severísimas fallas de gestión en lo que a política productiva ganadera se refiere. Esto no es propio de un gobierno ni progresista ni popular: es propio de una forma de hacer política que confunde negocios y poder.
Cuando los argumentos centrales del Gobierno recaen en el modelo y marca de las camionetas de los productores, algo anda mal. Y no son precisamente los vehículos. Es toda la maquinaria del Estado que no puede generar políticas sostenibles en el tiempo y continúa con aquel modelo productivo-económico de los `90 que tanto criticaron.
Aumentar las retenciones no es redistribuir el ingreso, Señora Presidenta. Es lisa y llanamente el indicador final del fracaso del modelo planteado por su Gobierno y el de su marido.
Es hora de generar políticas serias, que tengan soluciones de fondo para los problemas de todos y todas. Los argentinos ya nos estamos cansando de oír que todo está bien, cuando la calle marca lo contario. Es hora de sincerarse y afrontar los problemas con madurez.